lunes, 16 de mayo de 2016

La Bicicletta


La Bicicletta fue amor a primera vista. La Bicicletta Café llena un vacío en una ciudad cargada de bares que sirven café, pero escasamente poblada de workplaces que realmente me gusten.
Es reconfortante pasarse horas atrincherados en un café, relajados por el sonido de una máquina de café. Me gusta encontrar lugares en los que puedo reclamar el territorio y sentarme mientras el tictac del reloj hace que pasen las horas, mis dedos martillean el teclado o mis ojos escanean paginas de un libro.
It was love at first sight for me with La Bicicleta. La Bicileta Café fills a void in a city filled to the brim with bars serving coffee, but sparsely populated with the type of homey workplaces that I hold dear to my heart. There is something comforting about spending hours holed up in a cafe, calmed by the stop and go of an espresso machine. I like to search out spots where I can stake out territory and sit while minutes tick into hours, my fingers hammering at a keyboard or eyes scanning over pages of a book.





La Bicicletta es uno de esos lugares donde todo esto es posible. Además fomenta la productividad, la sociabilidad y el consumo de bebidas con cafeína y alcohol: ¿Podría ser mejor?
La Biciletta is one such spot where this is possible and encouraged and might I say, all the rage. It fosters productivity and sociality and the consumption of caffeinated and alcoholic beverages: what could be better?

En la Bicicletta hay alboroto a cualquier hora del día. Mientras brilla el sol, funciona más o menos como se anuncia: un workplace para ciclistas y cafetería. Podrás ver a personas en el alfeizar de la ventana con su portátil y un café. Los ciclistas vienen y van con sus bicis. Entran por la puerta y aparcan sus bicicletas en la planta de abajo. Todo esto mientras los camareros van pasando entre el bullicio con ensaladas, tostas, cañas y cafés.
Una vez que se pone el sol, se hace difícil encontrar a alguien trabajando. El lugar de transforma en un centro social con tanto tráfico que la entrada casi siempre está llena de clientes.
La Biciletta bustles at pretty much any given hour of the day. While the sun is still out, it functions more or less just as it bills itself: a cycling workplace and café. You will see people perched in the windowsills with their laptop and coffee within equal reach. Cyclists come and go with their bikes. They barge through the front door and head downstairs to where they store or repair their rides. All of this while waiters bustle about with salads and tostas, cañas and coffees. Once the sun goes down, it becomes progressively unlikely to find anyone doing work. The place metamorphosizes into a social hub with so much traffic that the entryway is hardly ever free of spillover customers.



Café 
Las bebidas llegan de todas las formas y tamaños. Los típicos cafés están disponibles, pero tus inocentes intenciones de pedir un cortado quizás cambien cuando veas en el menú los Frappucinos de Oreo, por ejemplo. Todo puede ocurrir en La Bicicletta, uno puede sentirse confuso entre el alcohol y la cafeína.
Coffee
Drinks come in all shapes and sizes. The standards are available, but innocent intentions of ordering a cortado may be redirected upon a glance at the spunkier options on the menu like the oreo frappuccino, for example. As can happen at the Bicicleta, one may feel torn between alcohol and caffeine. 



Las opciones abundan en ambos listados. Los opciones de comida incluyen sandwiches, ensaladas, tostas, un "caro" menú bruch para los fines de semana y una vitrina llena de productos horneados: galletas, pasteles y similares.
Options abound on both listings. The food landscape includes sandwiches, salads, tostas, a [pricey] brunch menu on the weekends, and a display case stocked with baked goods: cookies, cakes, and the like.

Como Yogi Berra (jugador de baseball de los New York Yankees) dijo una vez: "Nadie va allí. Está demasiado lleno". Bueno, no del todo. La Bicicletta está llena de gente; pero Yogi estaba en lo cierto, está definitivamente saturada. 
A pesar de la gran cantidad de sofás, alargadas mesas de trabajo y mesas y sillas disponibles, es difícil poder conseguir sentarse en una de ellas a ciertas horas.
Mientras que atrae a una determinada multitud internacional quienes quizás no (es muy probable que no)sean nativos de Madrid, se sientan tan bien como si estuviesen en el barrio de la esquina.
As Yogi Berra once said: “Nobody goes there anymore. It’s too crowded.” Well, not quite. There are still plenty of people at La Bicileta; but Yogi was right, it’s definitely crowded. Real estate is hard to come by despite the plethora of sofas, elongated work tables, and quaint table and chair setups available to patrons. While it attracts a determinedly international crowd who may not (probably are not) natives to Madrid, it feels like that good ol’ neighborhood joint on the corner.  
La Bicicletta se encuentra en la Plaza San Ildefonso 9 (Metro Tribunal) y su horario es:
Lunes a miércoles: 10.00h a 01.00h
Jueves: 10.00h a 02.00h
Viernes: 10.00h a 2:30h
Sábado: 11.00h a 2:30h
Domingo: 11.00h a 12:00h

Para más información podéis visitar su web www.labicicletacafe.com

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